01/08/06

DEUS E ELE ME CONSOMEM...





A DIOS


Me despojas de todo,
permitiendo que yo mismo contemple essas cenizas.
No me hieres, me robas
eternizas todo aquello que matas?
No te entiendo



todavia!mi extraño!mas creyendo
estoy en essa fuerza que deslizas
Por qué despojador,me tiranizas
átandome al vivir que voy perdiendo?

No me matas, me muero,me devoro
con my proprio existir.Y cuán esquivo
te siento a mi dolor! Cómo te alejas!

Me arrancaste mi llanto y ya no lloro;
me arrancast my vida, y ya no vivo;
si el morrir me arrebatas,que me dejas?



Sonetos de um Diário
Ramon Gaya,1939




Encontrada em Barcelona nas águas turbulentas de Julho.Dificilmente encontraria um
auto-retrato mais fiel.
Só ELE poderia tê-lo encontrado.Só ele me acha e perde.
Ser amado por uma pessoas que oferecem toda a inteireza do seu ser é sublim e esmagador.
Ser depositário de outrém,começa por ser inquietante mas pode tornar-se insuportável.
Reconheço que essa é aprendizagem de uma vida.
So Deus e Ele me consomem.






Biografía: Pintor y escritor español nacido en Murcia. Su padre, litógrafo de profesión, lo introdujo en el mundo de la pintura. Admirador del cubismo de Picasso al principio y de Velázquez, Tiziano o Van Gogh más tarde, con 17 años expuso en París. En la Segunda República, realizó decorados para obras de teatro de García Lorca y participó en el Pabellón de España en la Exposición Universal de París. Tras la Guerra Civil, se exilió en Francia hasta 1952, cuando emprendió viaje a México. En éste país se enfrentó con Diego Rivera, mientras se relacionaba con artistas como Octavio Paz o Xavier Villaurrutia. En 1956, regresó a Europa y se instaló en Italia. Para él, Venecia era la capital de la pintura. Italia le sirvió de puente hacia su país natal, al que volvió en la década de lo sesenta. Fue amigo del escritor Jorge Guillén y de buena parte de la Generación del 27, con los que compartió el camino de la tradición y un cierto rechazo a la vertiente superficial de la modernidad. Gaya, apasionado de la obra de Velázquez, se consideró asimismo un artista desarraigado y nunca siguió los dictados de la moda. Contemplar un cuadro de Gaya es sumergirse en un apasionante pulso con la luz, en un continuo juego de colores y luminosidades en el que la forma es sólo insinuación, la captación de la esencia íntima de los pequeños objetos. Como dijo él mismo en uno de sus versos: “Pintura no es hacer: es sacrificio, es quitar, desnudar, y trazo a trazo, el alma irá acudiendo sin trabajo."
Biografía: Pintor y escritor español nacido en Murcia. Su padre, litógrafo de profesión, lo introdujo en el mundo de la pintura. Admirador del cubismo de Picasso al principio y de Velázquez, Tiziano o Van Gogh más tarde, con 17 años expuso en París. En la Segunda República, realizó decorados para obras de teatro de García Lorca y participó en el Pabellón de España en la Exposición Universal de París. Tras la Guerra Civil, se exilió en Francia hasta 1952, cuando emprendió viaje a México. En éste país se enfrentó con Diego Rivera, mientras se relacionaba con artistas como Octavio Paz o Xavier Villaurrutia. En 1956, regresó a Europa y se instaló en Italia. Para él, Venecia era la capital de la pintura. Italia le sirvió de puente hacia su país natal, al que volvió en la década de lo sesenta. Fue amigo del escritor Jorge Guillén y de buena parte de la Generación del 27, con los que compartió el camino de la tradición y un cierto rechazo a la vertiente superficial de la modernidad. Gaya, apasionado de la obra de Velázquez, se consideró asimismo un artista desarraigado y nunca siguió los dictados de la moda. Contemplar un cuadro de Gaya es sumergirse en un apasionante pulso con la luz, en un continuo juego de colores y luminosidades en el que la forma es sólo insinuación, la captación de la esencia íntima de los pequeños objetos. Como dijo él mismo en uno de sus versos: “Pintura no es hacer: es sacrificio, es quitar, desnudar, y trazo a trazo, el alma irá acudiendo sin trabajo."

Sem comentários: